DERECHO A VIVIR SAN FERNANDO: 2013

jueves, 19 de diciembre de 2013

Crónicas por el Derecho A Vivir “ESPÍRITU” NAVIDEÑO, ENEMIGO DE LA VIDA

“ESPÍRITU” NAVIDEÑO, ENEMIGO DE LA VIDA

Recibo una felicitación navideña que dice así: Una vez más, con la llegada de la Navidad, la vida palpita en sentimientos fraternos, y una mágica inocencia despierta en nuestro interior.

Ni una referencia a la fiesta que se celebra, el Nacimiento de Quien es nuestra Vida y la Vida del mundo.

La Navidad se ha paganizado de nuevo. Lo que un día fue la fiesta del Sol Naciente, en la antigüedad clásica, vuelve por esos derroteros. Y vuelve fuerte.

El odio fides toma toda su vehemencia en estos días. Y nos lo inicua en vena con el sopor de una droga, sin darnos cuenta, sin hacer nada por remediarlo, dejándonos anestesiados. Como el azúcar en la sangre, como la anestesia que nos duerme...

Y esta felicitación que digo, acompañada de una foto bella pero igualmente neutra, me la manda una persona religiosa, activa, asociada en la Iglesia, etc.

Hay sitios en el mundo donde ha estado prohibido, y aún hoy sigue estando, celebrar la Navidad: el antiguo bloque comunista, China, países musulmanes, etc. Pero hoy el nuevo marxismo materialista ha tomado nuevos caminos, nuevas caras, como un monstruo de múltiples cabezas, como una hiedra que se enreda… Es el laicismo que nos rodea, la Nueva Religión sin Dios, la Nueva Era, una nueva forma de gnosticismo, que suplanta a Dios y coloca en su lugar al hombre, como ha sucedido tantas veces en la historia, con consecuencias devastadoras...

¿Como podemos este monstruo de mil cabezas que quiere reinar en el mundo, como profetizó el apocalipsis? Veamos.

- Manipulación del lenguaje: pérdida de toda referencia al Nacimiento, incluso la palabra Navidad es sustituida por fiestas. Incluso fiestas de invierno. Esto se ve especialmente en las felicitaciones y mensajes.

- Consumo desmedido, convirtiendo la fiesta religiosa en fiesta pagana. En orgía consumista.

- Fomento de los buenos sentimientos, superficiales, de buenrrollito, felicitaciones azucaradas y todo tipo de deseos sin fundamento… Y por supuesto sin base de fe.

- Sustitución de símbolos cristianos: Un papá Noël, figura mítica de los países nórdicos promocionado por el capitalismo, sustituye a los Reyes Magos del Evangelio y la tradición católica. Y esto con toda la parafernalia de imágenes y narraciones paganas, ya sean tradicionales o actuales: gnomos, duendes, y todo tipo de paisajes nevados.

- El Nacimiento se cambia por el árbol, pervivencia del paganismo precristiano.

- La sustitución de la estrella bíblica por todo tipo de lucecitas varias.

- Los banquetes de obligado cumplimiento: ocasión para la gula y no para compartir familiarmente.

- Centralización de la infancia. El niño es el protagonista pero por supuesto no como imagen de Dios hecho niño, sino como objeto de consumo. La infancia vende.

Y así podríamos seguir… Nos quitan el sentido de la Navidad. Pero… ¿Para qué? ¿Y qué tiene que ver esto con la VIDA? Contestaré con las palabras de Jiménez Lozano, citando a Mandelstam, disidente del comunismo húngaro: “Los hombres que conocen Belén, el establo y la Buena Nueva, han tenido tiempo de asemejar la idea de que destruir a sus semejantes es inadmisible. Los hombres de los que se han servido para cometer asesinatos masivos, no habían oído hablar de nada de esto”.

Petrus quîntae