Se ha escrito mucho sobre la participación de los católicos en política. Atendamos a lo que dice el Papa:
“La política, tan denigrada, es una altísima vocación, es una de las formas más preciosas de caridad, porque busca el bien común”. Evangelii Gaudium.
Esta frase contrasta con lo que alguna vez pudiéramos pensar, con lo que en la calle se suele oír sobre política, e incluso con lo que en determinados ambientes eclesiales se dice o se aconseja eventualmente.
“Altísima vocación”. “Forma preciosa de caridad”. “Búsqueda del bien común”. Casi ná, como diríamos por aquí. Mucho que reflexionar, pero hoy no es el día. Volveremos sobre ello. Me limito hoy a poner un ejemplo de católicos en política. Algo cotidiano que no se sale de lo normal:
Un conocido actor cómico isleño hace mofa de los niños no nacidos y de los que defienden del derecho a vivir de los mismos. Presenta en un programa de televisión, una canción que compuso en la que caricaturizaba el drama que supone la muerte de niños en gestación e injuriaba a los defensores del derecho a la vida, diciendo que están en contra del aborto, pero a favor de la pena de muerte. Aquí algunas de sus frases, poniéndose en la voz de un feto:
“¿Qué pasa si salgo mutante como el hombre elefante?, ¿me llevarás por delante o solo buscas votantes?”. “Solo soy un presunto,… igual estoy paranoide, puede que un poco esquizoide…”. “¿Tú le pones nombre a todos tus espermatozoides? Sé sensato, ¿debe una polución nocturna ser un asesinato?”. “No tengo duda, puestos a elegir que elija la que va a parir…"
Pero se da la circunstancia también que este actor posee el premio a la Identidad Isleña, (otorgado por el alcalde).
Un grupo de ciudadanos activos y conscientes de su fe y de los valores que entraña, deciden poner en marcha una campaña de firmas por internet para que el alcalde retire ese título al actor. En unos días ya son cientos, miles, los que lo piden...
Ellos entienden que la identidad isleña es identidad cristiana, y son los derechos humanos que proclamó la Constitución de Cádiz, comenzada aquí. Y el primero de esos derechos es el derecho a la vida. Constitución que, por cierto, se basaba en el catolicismo, como hoy los principios del humanismo cristiano deberían regir en occidente.
Solo es un ejemplo. Vocación. Caridad. Bien Común...
Petrus quîntae
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